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Un sentido propio

Actualizado: 9 nov 2022

Lo difícil debe hacerse habitual, lo habitual fácil y lo fácil bello_ Volkonski



En la práctica, no se trata tanto de enseñar algo nuevo como facilitar el camino y ayudar a levantar impedimentos y barreras que bloquean el trabajo. Stanislavski afirma: "Es necesario desprenderse del prejuicio que consiste en suponer que es posible enseñar a la gente a interpretar ciertos sentimientos. Puede decirse definitivamente que a nadie puede enseñársele a actuar". Algo similar sostiene Declan Donnellan cuando manifiesta que no es exacto decir que un actor o una actriz tiene más talento que otr@; lo que sucede generalmente es que unos están menos bloqueados que otros. Los síntomas del bloqueo pueden ser la parálisis o el aislamiento. Si el talento fluye como la circulación de la sangre, nuestro trabajo consiste en disolver los coágulos (bloqueos) que obstruyen esa circulación.

Las personas, generalmente, se ven a sí mismas bloqueadas ante la acción teatral o experimentamos miedo a hacer el ridículo, a fracasar; nos sentimos tímidos o vergonzos@s. Aun los actores o actrices que llevan años haciendo teatro nos sentimos inseguros o con ganas de desaparecer antes de subir al escenario; pero a pesar del pánico escénico salimos a hacer nuestro trabajo. La premisa es: ¡Hazlo! El beneficio es haberlo hecho; traspasar el miedo puede ser una experiencia de liberación.

"Un taller es el lugar donde un ser humano debe aprender a observar su propio carácter y sus facultades interiores; es un lugar donde debe cultivar el hábito de mirarse a sí mismo no como un ser humano que deja simplemente que la corriente de la vida lo arrastre, sino como alguien que ama el arte y que quiere, mediante su trabajo creador, a través de sí y por sí, llenar los días de los demás con alegría y el júbilo de su arte"_ Stanislavski

Si pensamos en un espacio libre de miedos donde se faciliten las circunstancias para que la magia aparezca, tenemos que mirar a las personas y respetar su momento, su carácter, sus dificultades y potencias, para comprender que cada un@ está en un lugar diferente y desde allí se mueve a su propio ritmo. Así podemos actuar y desarrollar un observador interior que sea testigo y no crítico de sí mismo ni de los compañer@s.

Lo que proponemos en la práctica teatral es que cada persona pueda conocer y afinar y amar el principal instrumento con el que cuenta el actor o la actriz en el escenario y la persona en la vida: el sí mismo, único e irrepetible y sagrado.

"Lo primero que un taller tiene que enseñar a es, pues, que todo -todas las facultades creadoras- lo encontrará en sí mismo"_ Stanislavski

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